nO eramos amigos, solo un par de conocidos, en ocasiones reímos jugamos juntos y fuimos parte del mismo equipo de basketboll...
No Se Lo que te espere en el otro mundo..pero podría afirmar que es mejor que este,
pero no lose..
estés donde estés, tu familia y tus seres queridos te recuerdan como una gran persona.
Dios bendiga a tu familia..
La vida es triste pero tenemos que aprender a despedirnos de las personas...
jueves, 30 de abril de 2009
domingo, 26 de abril de 2009
Como denigran la profesion...
Pues por aqui, presentando un tema que se me iso interesante.
dejenme les platico que haces algunos dias teniendo una conversacion con un amigo muy cercano ami me conto algo que me dejo realmente sorprendido, y quiero compartirlo.
Me quiero imaginar que todos en general saben que es un burdel, el me platico que en la antiguedad besar a una `prostituta` costaba mucho mas dinero que tener sexo con ella...
eso me intrigo demasiado y me di a la tarea de investar el ¿por que?
y me tope con la respuesta las prostituas no se besaban con nadie por temor a enamorarse...
Algunas ocaciones e tenido la fortuna o desfortuna de escuchar platicas sobre esos lugares...y se me hace muy interesante, de alguna forma u otra tenemos que ganarnos la vida y siento que la profesion de esas persona no es denigrante..lo que es denigrantes es que no valoren la profesion sea cual sea la manera de vivir de cada individuo siento que es muy asu manera y lo unico triste para mi es que en estas personas solo existe el deseo de tener mas no de ser mas...
martes, 7 de abril de 2009
???
Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir.
nada mas asi...
yo soy como soy y tu eres como eres,construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tu puedas ser sin dejar de ser tu, y donde ni tu ni yo obliguemos a otro a ser como yo o como tu...
eXiTo
Definición de "Éxito".
**********************
El éxito no siempre tiene que ver con lo que mucha gente ordinariamente se imagina. No se debe a los títulos que tienes, sean de nobleza o académicos, ni a la sangre heredada, o a la escuela donde estudiaste.
No se debe a las dimensiones de tu casa, o cuántos autos caben en tu garaje, o sin son de último modelo.
No se trata si eres jefe o subordinado, o si escalaste la siguiente posición en tu organización, o estás en la ignorada base de la misma.
No se trata de si eres miembro prominente de clubes sociales o si sales en la páginas de los periódicos. No tiene que ver con el poder que ejerces, o si eres un buen administrador, si hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces, o si eres religioso o no.
No es la tecnología que empleas, por brillante y avanzada que esta sea. No se debe a la ropa que usas, o si gozas de un tiempo compartido, si vas con regularidad a la frontera, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu "status" para el espejo social.
NO se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo…
El éxito...
Se debe a cuánta gente te sonría, y a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
Se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta gente evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.
Se trata de si en tus triunfos incluiste siempre tus sueños. De si no fincaste tu éxito en la desdicha ajena y de si tus logros no hieren a tus semejantes.
Es acerca de la inclusión de los otros, no de tu control sobre los demás; de tu apertura hacia todos los demás, y no de la simulación para con ellos.
Es de si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste la naturaleza y a los niños y te ocupaste de los ancianos.
Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu escuchar y tu valor sobre la conducta ajena. No es acerca de cuantos te siguen, sino de cuántos realmente te aman. No es acerca de transmitir todo, sino de cuántos te creen, de si eres feliz o finges estarlo.
Se trata del equilibrio, de la justicia, del bien ser que conduce al bien tener y bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más.
Autor Anónimo.
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El éxito no siempre tiene que ver con lo que mucha gente ordinariamente se imagina. No se debe a los títulos que tienes, sean de nobleza o académicos, ni a la sangre heredada, o a la escuela donde estudiaste.
No se debe a las dimensiones de tu casa, o cuántos autos caben en tu garaje, o sin son de último modelo.
No se trata si eres jefe o subordinado, o si escalaste la siguiente posición en tu organización, o estás en la ignorada base de la misma.
No se trata de si eres miembro prominente de clubes sociales o si sales en la páginas de los periódicos. No tiene que ver con el poder que ejerces, o si eres un buen administrador, si hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces, o si eres religioso o no.
No es la tecnología que empleas, por brillante y avanzada que esta sea. No se debe a la ropa que usas, o si gozas de un tiempo compartido, si vas con regularidad a la frontera, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu "status" para el espejo social.
NO se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo…
El éxito...
Se debe a cuánta gente te sonría, y a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.
Se trata de si te recuerdan cuando te vas. Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta gente evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.
Se trata de si en tus triunfos incluiste siempre tus sueños. De si no fincaste tu éxito en la desdicha ajena y de si tus logros no hieren a tus semejantes.
Es acerca de la inclusión de los otros, no de tu control sobre los demás; de tu apertura hacia todos los demás, y no de la simulación para con ellos.
Es de si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste la naturaleza y a los niños y te ocupaste de los ancianos.
Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu escuchar y tu valor sobre la conducta ajena. No es acerca de cuantos te siguen, sino de cuántos realmente te aman. No es acerca de transmitir todo, sino de cuántos te creen, de si eres feliz o finges estarlo.
Se trata del equilibrio, de la justicia, del bien ser que conduce al bien tener y bien estar. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más.
Autor Anónimo.
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